Cómo vestían las mujeres en el siglo XIX es algo que la mayoría cree conocer a la perfección por la cantidad de películas que se han rodado con este siglo de fondo.
Desde aquí le doy las gracias a la BBC por su gran contribución.
Este post pretende ser un pequeño apunte para lectoras y escritoras de novelas románticas históricas que tengan un poco de curiosidad sobre la moda en una de las épocas que más se ha escrito dentro de este subgénero, el siglo XIX en Inglaterra.
La mayoría de las protagonistas de las novelas románticas históricas desprenden cierto halo de sobriedad, corrección y perfección incluso.
Esto se debe a la necesidad de antaño de extrapolar en la moda la manera de ser de cada grupo social, en este caso el de la clase alta, dónde la mayoría de los personajes de las novelas de época se mueven.
Da igual si han nacido en una familia de noble cuna o no, en algún momento de la historia deben congraciarse con las estrictas normas de la aristocracia del siglo XIX.
La forma de vestir de las mujeres se convirtió en una de sus grandes preocupaciones ya que el marco para poder atraer a un hombre y convertirlo en esposo, y por ende llegar a asegurar su futuro y su subsistencia e incluso el de su familia , era muy corto en el tiempo.
La única forma de demostrar su valía como damas era la manera cómo defendían su aspecto.
Es por ello que la moda se convirtió en un gran negocio que favoreció el desarrollo de la industria textil.
La moda fue evolucionando a lo largo del siglo XIX y surgieron diferentes estilos en diversas etapas.
Todo ello motivado por el papel que la mujer fue ejerciendo desde la madre de familia dedicada al hogar hasta su incorporación a la vida social.
A continuación expongo en breve resumen de cómo vestían las mujeres en el siglo XIX, aunque tengo que puntualizar que no todo cambio se realizó de la noche a la mañana.
La mujer no pasó de vestir un corte imperio a llevar vestidos recargados y el típico miriñaque que aparece en todo romance histórico que se precie. Si no que su transformación fue mucho más paulatina.
Las mujeres pasaron a alargar la cola de sus vestidos mucho antes de transformarlos en grandes ornamentos en los cuales era difícil sentarse, pasaron de la sencillez de la moda del imperio greco-romano a adornarlos con plumas y lazos hasta convertirlos en esculturas dignas de un faraón de manera mucho más discreta de lo que nos han hecho creer... Un ornamento aquí, otro allá.
Es algo muy parecido a lo que está ocurriendo hoy en día
¿Cómo hemos pasado de llevar los tejanos bajo las caderas a volver a llevarlos por encima de la cintura?
¿Hemos vuelto a los 90? 1990 quiero decir, no soy tan vieja, por favor...
¡¡Esto se lleva ahora!! y es muy parecido a los años 90 del siglo XX
Por eso a veces es difícil indicar exactamente por la vestimenta a qué año pertenece cualquier historia.
Muestra de ello es un post en el que hablo sobre 6 errores típicos que hay que evitar al escribir una novela romántica histórica en él expongo mi experiencia en este sentido.
La trama de mi novela Destello azul transcurre en 1824 momento en el que la moda no era estrictamente lo que hoy se considera regencia aunque tampoco victoriana.
Tampoco hay que olivar la utilización del corsé, pese a que en la regencia parece que se dejara de lado no fue exactamente así. Todo es cuestión de concienciación y de los ciclos de la moda.
No voy a hacerte perder más el tiempo ya que a estas alturas o has pasado directamente a ver las fotos de los vestidos o bien te estás comiendo las uñas...
Cómo vestían las mujeres en el siglo XIX
Principios de siglo
La primera etapa del siglo XIX (La regencia) se caracteriza por la sencillez en la forma de vestir.
El diseño más popular de esta etapa era el denominado estilo imperio.
Los vestidos eran largos hasta los pies y algo holgados. La cintura era muy alta y llegaba hacia la parte inferior del pecho para evitar marcar las lineas corporales.
Bajo el vestido, la mujer llevaba unas finas enaguas.
Uno de los elementos más característicos de principios de este siglo eran las cofias de algodón que al principio utilizaban todas las mujeres para cubrir la cabeza, y posteriormente fue un complemento relegado al personal del servicio.
Esta cofia fue evolucionando hasta el diseño del sombrero conocido con el nombre de bonnet, unos sombreros de ala ancha que se anudaban en la barbilla.
Los bonnets se confeccionaban de muy diversas formas, y cada uno de ellos podía dar una pista de la posición social de la mujer que lo llevaba. Los materiales iban desde el sencillo algodón hasta el sofisticado terciopelo o satén.
A medida que el siglo avanzaba, los vestidos iban dejando la sencillez y se iban adornado con lazos y telas mucho más espléndidas, como el terciopelo o la seda, además se añadían varias capas de faldas y volantes para darle mucho más porte.
Los sencillos vestidos de corte imperio iban dando paso a auténticos vestidos de princesa con faldas mucho más recargadas que se iban ensanchando con ayuda de unas estructuras que servían a modo de enaguas circulares con aros llamadas crinolinas y una enorme botonadura que recorría todo el traje hasta los pies.
Cómo vestían las mujeres en el siglo XIX
Mediados de siglo
A mediados del siglo XIX, la vestimenta de la mujer evoluciona dando lugar a los famosos vestidos conocidos con el nombre de hourglass dress simulando el cuerpo de la mujer con forma de reloj de arena.
La idea de este tipo de vestidos era resaltar las curvas de la mujer, dando protagonismo al busto, ciñendo la cintura y creando una falda que ensanchara las caderas.
Las telas usadas eran cada vez más lujosas pues utilizaban sedas, terciopelo, encajes o satén entre otros.
Es en esta época cuando se popularizan los corsés con objeto de afinar al máximo la cintura.
En la falda se añadía un elemento llamado polisón que pretendía sustituir a la crinolina en su misión de dar volumen, pero esta vez en la parte trasera.
A modo de accesorios, las mujeres de esta época utilizaban pequeños y recargados sombreros en los se podían encontrar incluso pájaros (eso sí, no estaban vivos).
Cómo vestían las mujeres en el siglo XIX
Última etapa del siglo
A finales de siglo XIX, las mujeres comenzaron a dejar atrás los angostos e incómodos trajes con polisones y crinolinas y se decantaron por algo mucho más sencillo, como eran las clásicas enaguas.
Este cambio en la moda femenina coincide con una mayor participación de la mujer en la vida social, para lo cual se buscaban prendas mucho menos aparatosas.
Así, las faldas se acortaron ligeramente y se acampanaron, se pusieron muy de moda las elegantes mangas abullonadas y los recargados sombreros se sustituyeron por otros mucho más sencillos conocidos como straw sailor hat.
En cuanto a los accesorios, las mujeres comenzaron a utilizar las sombrillas o parasoles, bolsos de pequeño tamaño estilo bombonera y abanicos.
Como habrás podido comprobar, resulta muy interesante ver cómo vestían las mujeres en el siglo XIX ya que su evolución a lo largo de la época siempre ha ido a la par con el papel que poco a poco ha ido adquiriendo en la sociedad y adaptándose a ella.
Debería escribir otro post en el cual se analice la moda en el siglo XVIII seguramente existirán muchas coincidencias con la del siglo XIX, ya que como he indicado antes, la moda siempre vuelve, y si no cuidado con las pecas, dicen que vuelven a estar de moda.
¿Qué opinas? ¿Te ha sido útil este post sobre cómo vestían las mujeres en el siglo XIX?
2 Responses
¡Qué artículo tan interesante! He disfrutado (y aprendido) mucho leyéndolo. ¡Gracias!
A ti Violeta por pasarte por el blog 🙂